Mauricio Maigret, Paulina Aguirre, Rafael y Eduardo Vergara, todos jóvenes estudiantes y militantes del Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR) fueron asesinados un 29 de marzo de 1984 y 1985 durante la dictadura militar en Chile.
Cada 29 de marzo conmemoramos la lucha que la juventud organizada chilena levantó contra la implementación del sistema capitalista neoliberal, la que buscó la construcción de un sistema social donde primara la justicia, igualdad y dignidad humana.
“…Solo nada podía hacer y vi que había que organizarse, entré a un comité juvenil, donde se hacía todo lo posible para denunciar la miseria, crear conciencia en más gente, agitar la lucha popular.
(…) Los revolucionarios y especialmente nosotros más jóvenes valoramos infinitamente la vida, amamos a nuestro pueblo y luchamos por un futuro mejor para nuestros hermanos y nosotros mismos. Por ese amor es que estamos dispuestos a entregar lo mejor de nuestras vidas a la causa” M. Maigret, 1984,Carta de un combatiente al pueblo y la juventud.

¿Cuál es la vigencia de la experiencia y lucha de estos jóvenes para los profesionales?
Nuestra forma de recordar a estos combatientes es levantar organización y protesta popular, para ganar la lucha contra las injusticias y alcanzar una sociedad digna y justa.
La realidad que movilizó la combatividad de la juventud en los 80 no es muy distinta a la que, en octubre, motivó a la juventud a encender la chispa del estallido para combatir las bases del modelo neoliberal que hasta hoy no han sido tocadas, y que convierten cada vez más nuestra vida en un oscuro negocio.
Los Profesionales ConVocación sabemos que nada de esto ha terminado, con más fuerza aún, debemos seguir la lucha contra el capitalismo que en estos tiempos de crisis sanitaria ha mostrado su verdadera cara. Hoy tenemos un gobierno tomando medidas deficientes y a destiempo para controlar la propagación de la enfermedad; empresas buscando mantener sus ganancias a costa de la salud o empleo de sus trabajadores, los cuales se ven obligados a seguir sus actividades laborales o a quedar sin sueldo. En este sistema las pérdidas siempre se socializan y las ganancias las acumulan unos pocos. Con esto queda demostrado que bajo el sistema neoliberal, para el Estado y el empresariado, la prioridad son las utilidades económicas por sobre la vida de las personas.
Por esto es que, a todos los que crean que este sistema está mal y debe ser cambiado de raíz, les decimos que hoy más que nunca se necesita de la rebeldía, trabajo, conocimiento y combatividad de todos y todas las profesionales populares. Debemos tomar la frustración, impotencia y rabia frente a lo inhumano de este sistema y canalizar de forma organizada nuestra fuerza y voluntad por la vida digna.
Necesitamos de todo nuestro conocimiento y trabajo para darle vuelta la mano a la producción mercantil, poniendo la investigación y desarrollo científico al servicio de la humanidad; disponer toda nuestra fuerza para hacer frente a los desafíos y sortear todas las dificultades, como hoy es la pandemia de COVID-19, creando planificadamente la organización de la vida para que todas las personas se desarrollen dignamente. Hay que combatir la deshumanización e indolencia de este sistema, donde priman criterios económicos de unos pocos por sobre los criterios científicos y humanos de toda la población. A no perder la rebeldía, a transformarla en fuerza y organización.
La lucha contra el neoliberalismo no ha terminado ¡Joven profesional te necesitamos rebelde y organizado!